EL APOCALIPSIS Y EL FIN DEL MUNDO

Salmo 61
Solo en Dios descansa mi alma
Salmo 118
"Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero"
"El hombre penetra en el sendero con frecuencia oscuro de la vida, pero de repente las tinieblas se deshacen ante el esplendor de la Palabra de Dios", Juan Pablo II, 21 Julio, 2004


Insensibilidad ante las circunstancias extraordinarias
Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos (Lc. 17, 26-27)
En Sodoma y Gomorra comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; pero el día que salió Lot de Sodoma, Dios hizo llover fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Lo mismo sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste (Lc 17, 28-30)
Pérdida del sentido del pecado
Muestran sus pecados en vez de esconderlos (Is. 3, 9)
Hombres irreligiosos, más amantes de los placeres que de Dios (II Tim. 3, 4-5),
Viven una vida sólo natural sin tener el espíritu (Judas 1, 17).
Los hombres serán irreligiosos, desnaturalizados, más amantes de los placeres que de Dios, que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia (la de la piedad) (II Tim. 3, 1-5)
Apostasía de la fe
Primero tiene que venir la apostasía (II Tes. 2,3)
Al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se enfriará (Mt. 24, 12)
Cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra? (Lc. 18, 8)
Ataque generalizado a la familia
Hombres egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, y avaros, de los que San Pablo señala la característica de ser rebeldes a los padres (II Tim. 3, 1-5).
También el profeta Elías vendrá en aquellos días para hacer volver el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres; no sea que venga yo a herir la tierra de anatema (Mal. 3, 24)
Se prefiere la mentira a la verdad
Los hombres no buscan conocer al Creador con la ciencia, sino conseguir un poder que le permita decir, “somos dioses”. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad (II Tes. 2, 11-12).
Los hombres serán fanfarrones, soberbios, difamadores, calumniadores, enemigos del bien, traidores, temerarios, infatuados (endiosados, engreídos) (II Timoteo 3, 1-5)
Abundan buenos y malos profetas
Surgirán muchos falsos profetas, que engañarán a muchos (Mt. 24, 11)
Simultáneamente la Sagrada Escritura habla de un fenómeno paralelo semejante pero de signo contrario pues Yo derramaré mi Espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Hasta en los siervos y las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días (Joel 3, 1-2).
Guerras, terrorismo y revoluciones
Habrá guerras y rumores de guerras (Mt. 24,6; Mc. 13,7)
Habrá revoluciones (Lc. 21,9)
Y cada cual se asusta de su prójimo (Is. 13, 8)
Hambre, peste.
Habrá hambre en diversos lugares (Mt. 24, 7)
Nuestro Señor también cita la peste (Lc. 21, 11)
Predicación del Evangelio en todo el mundo
Predicación extensa e intensa: se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones
Sexto Sello: el comienzo
La profecía del Aviso de Garabandal es semejante a la narración de los hechos del Sexto Sello del Apocalipsis
Se entiende por Aviso el conjunto de hechos casi simultáneos y de carácter mundial con que da comienzo el Día de Yahveh. La finalidad de este conjunto de sucesos es la conversión del corazón de los hombres, pues la apostasía entonces será generalizada.
El Apocalipsis describe con detalle los diferentes aspectos, que conforman un episodio de intensidad única en la historia:
Los aspectos relativos a la naturaleza y espirituales están descritos en el sexto sello (Ap. 6, 12 ss)
Los aspectos relativos a los hechos sociales, tanto civiles como eclesiales, están descritos en la quinta trompeta (Ap. 9, 1-12)
Ambos quedan unidos temporalmente por el oscurecimiento del sol, que es a la vez físico (eclipse) y espiritual (cisma). Las siguientes citas de la Sagrada Escritura describen los diferentes aspectos del evento:
Primera catástrofe astronómica en la historia
Cuando abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto; y el sol se puso negro como un paño de crin, y la luna toda como sangre, y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte; y el cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y todos los montes y las islas fueron removidos de sus asientos (Ap. 6, 12-14)
Sucederá aquel día - oráculo del Señor Yahveh - que yo haré ponerse el sol a mediodía, y en plena luz del día cubriré la tierra de tinieblas ;Amós 8, 9)
Hecho espiritual insólito
Los reyes de la tierra, los magnates, los tribunos, los
ricos, los poderosos, y todos, esclavos o libres, ven algo ante lo cual piden: ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono (Ap. 6, 15-16)
Ante lo que toda la humanidad ha visto en la naturaleza y en su interior afirman: ha llegado el Gran Día de su cólera(Ap. 6, 17)
Cisma eclesial
Tocó el quinto Ángel... Entonces vi una estrella (los sacerdotes tienen la luz) que había caído del cielo a la tierra. Se le dio la llave (recuerda a la de San Pedro, pero...) del pozo del Abismo. Abrió el pozo del abismo y subió del pozo una humareda como la de un horno grande, y el sol (el Papa, estrella principal) y el aire se oscurecieron (lo eclipsaron, al tiempo del otro eclipse natural) con la humareda del pozo (Ap. 9, 1-2)
¡Hiere al pastor, que se dispersen las ovejas, y yo tornaré mi mano contra los pequeños! (Zac. 13, 7)
Pues he aquí que yo voy a suscitar en esta tierra un pastor que no hará caso de la oveja perdida, ni buscará a la extraviada, ni curará a la herida, ni se ocupará de la sana, sino que comerá la carne de la cebada, y hasta las uñas les arrancará (Zac. 11, 16)
Guerra
La apariencia de estas langostas era parecida a caballos preparados para la guerra (Ap. 9, 7)
Será al fin de los días; yo te haré venir entonces contra mi tierra para que las naciones me conozcan, cuando yo manifieste mi santidad a sus ojos, a costa tuya, Gog (Ez. 38, 16)
Al poco tiempo de ocurrir el Aviso, entre una semana y un año después, sucederá una nueva señal para ayudar al proceso de conversión de los hombres: el mayor Milagro de la historia.
Apocalipsis 17
(1) Entonces vino uno de los siete Angeles que llevaban las siete copas y me habló: «Ven, que te voy a mostrar el juicio de la célebre Ramera, que se sienta sobre grandes aguas,
(2) con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución.»
(3) Me trasladó en espíritu al desierto. Y vi una mujer, sentada sobre una Bestia de color escarlata, cubierta de títulos blasfemos; la Bestia tenía siete cabezas y diez cuernos.
(4) La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas; llevaba en su mano una copa de oro llena de abominaciones, y también las impurezas de su prostitución,
(5) y en su frente un nombre escrito - un misterio -: «La Gran Babilonia, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.»
(6) Y vi que la mujer se embriagaba con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús. Y me asombré grandemente al verla;
(7) pero el Angel me dijo: «¿Por qué te asombras? Voy a explicarte el misterio de la mujer y de la Bestia que la lleva, la que tiene siete cabezas y diez cuernos.
(8) «La Bestia que has visto, era y ya no es; y va a subir del Abismo pero camina hacia su destrucción. Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue inscrito desde la creación del mundo en el libro de la vida, se maravillarán al ver que la Bestia era y ya no es, pero que reaparecerá.
(9) Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría. Las siete cabezas son siete colinas sobre las que se asienta la mujer.
La Iglesia de Roma había ya sido coronada con el martirio de San Pedro y San Pablo. También en Roma habían muerto ya los primeros sucesores de Pedro (Ver: Lino, 67-76 y Cleto, 76-88, Papas >>>).
Por otra parte, el Vaticano, sede de la Iglesia Católica, no ocupa ninguna de las siete colinas de Roma (v.9), ya que se encuentra al occidente del río Tiber, mientras la antigua Roma con sus colinas esta al este del río.
Quienes interpretan a la ramera como si fuese la Iglesia católica no tienen el mas mínimo fundamento bíblico. Caen en una interpretación arbitraria de Lutero, siglo XVI, para justificar su ruptura con la Iglesia. Es interesante notar que el mismo Lutero rechazó el libro del Apocalipsis:
“…A mi parecer [el libro del Apocalipsis] no tiene ningún signo de carácter apostólico o profético…cada quien puede formar su propio juicio acerca de este libro; yo personalmente siento antipatía por él, y eso para mi es razón suficiente para rechazarlo.”
-Sammtliche Werke, 63, pp. 169-170
Si bien hemos visto que sería absurdo interpretar el Apocalipsis para condenar a la Iglesia de su época como ramera, sería igualmente absurdo interpretar una condena contra la Iglesia en los siglos posteriores, ya que se trata de la misma Iglesia y la misma lucha. Mas bien el texto continua siendo una valiosa enseñanza que nos anima a mantenernos fieles a la Iglesia en medio de los ataques que no cesan. Es una advertencia muy actual.
Ante los ataques contra los que se mantienen fieles a la Iglesia fundada por Cristo y ante los abusos de interpretación de los textos bíblicos, es importante atender a lo que el mismo capítulo nos exhorta:
"Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría"
Ap. 17,9
Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y guarden lo escrito en ella (Ap. 1,3) Así comienza el Apocalipsis y, a pesar de esta promesa, es desconocido para el católico medio. Pocas veces se comentan sus textos cuando es objeto de lectura litúrgica. Muchos prefieren no adentrarse en sus imágenes, ante los riesgos que conlleva su interpretación. Sin embargo, ahí está la promesa del mismo Dios, que no hace en ningún otro libro de la Sagrada Escritura. Aquí tratamos de llenar esa laguna, intentando dar elementos para que orienten para copiar aquella actitud de la Virgen que guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón (Lc. 2, 19).
El Apocalipsis es el último libro de la Sagrada Escritura. Es a la vez sugerente, espiritual y difícil de interpretar. Sus imágenes y metáforas son atractivas pero es poco frecuente encontrar una explicación católica no centrada en el sentido simbólico espiritual. Aquí se muestra que Apocalipsis también contiene una profecía de sentido literal que afecta a nuestro tiempo. Las apariciones y mensajes de la Virgen María en las últimas décadas iluminan y avalan esta interpretación, a la vez que complementan la interpretación de otros grupos de cristianos.
El interés creciente por este libro sagrado requiere la ayuda de comentarios que conozcan estos mensajes de los últimos tiempos, recibidos dentro del ámbito católico, para orientar adecuadamente su comprensión. Los acontecimientos históricos aumentan cada día en gravedad y muchos hombres buscan en el Apocalipsis una ayuda para vivir los tiempos difíciles del mundo que parecen acercarse velozmente para dar a luz una nueva época
las cartas a las siete iglesias
El autor del Apocalipsis, tras una breve presentación, pasa enseguida a escribir unas cartas a las siete iglesias de Asia (Ap. 1, 4). Muchas investigaciones han tratando de ajustar los pocos datos conocidos de las primeras comunidades cristianas al diagnóstico que hace de ellas cada una de las cartas.
óóóóSin desdeñar estas interpretaciones del corto plazo, literales en lo geográfico y temporal, también se ha defendido desde los tiempos patrísticos que éstas siete iglesias corresponden a siete épocas sucesivas del desarrollo de la Iglesia en la historia. Ésta explicación parece más acorde con el espíritu profético del Apocalipsis. El planteamiento invita a indagar en qué época de las descritas nos encontramos, a qué iglesia del Apocalipsis pertenece nuestro tiempo. En la imagen adjunta puede ver (haga click sobre el icono) la distribución temporal posible según esta interpretación
No es este el único sentido simbólico posible y válido de la lectura de estas cartas. Algunos ven en las cartas distintos grupos eclesiales que pueden identificarse dentro de ella, en cualquier momento de su historia. Otros, han obtenido gran provecho interior observando en ellas actitudes por las que cualquier cristiano pasa en diversos momentos de su lucha ascética personal.
En uno u otro modo de interpretar, la lectura de esta primera parte del Apocalipsis produce con seguridad múltiples beneficios.
El motivo central del Apocalipsis es la descripción del periodo histórico denominado en toda la Sagrada Escritura como el Día de Yahveh. Isaías presenta este momento histórico con términos grandiosos: He aquí que el Día de Yahveh viene implacable, el arrebato, el ardor de su ira, a convertir la tierra en yermo y exterminar de ella a los pecadores (Is. 13, 9) Casi todos los profetas mayores y menores hablan de ese Día y siempre con tintes dolorosos. Día grande y terrible, ¿quién lo soportará? (Jo. 2, 11). Día de ira, de venganza de Dios sobre el mal en el mundo, día de angustia y de aprieto, día de devastación y desolación, día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y densa niebla (Sof. 1, 15). Ni su plata ni su oro podrán salvarlos en el Día de la ira de Yahveh (Sof. 1,18).
Pero también día en el que hay esperanza para los que cumplen la Voluntad de Dios: Y sucederá que todo el que invoque el nombre de Yahveh será salvo, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá supervivencia, como ha dicho Yahveh, y entre los supervivientes estarán los que llame Yahveh (Jo. 3, 5).
Tiempo doloroso, pero tiempo de esperanza como nos aseguró el Señor ya que cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación (Lc. 21, 28).
Las señales que advierten de la llegada de este periodo histórico forman parte de él en sentido amplio. Sin embargo, en sentido estricto, este tiempo comienza con el sexto sello o Aviso y finaliza con la sexta copa o Castigo. En el gráfico adjunto sobre los septenarios se muestra una posible evolución temporal cuyas razones están explicadas con detalle en los libros electrónicos que tenemos a la venta. Entre los hechos más destacados del periodo están el Milagro , la lucha entre la Mujer y las dos bestias y el gobierno mundial del Anticristo que explicamos con detalle en los libros citados.
Jesús, en su predicación, profetizó sobre esta etapa especial de la historia, diciendo que de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre (Mt. 24, 36). En el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre (Mt 24, 44). Con estas palabras, dejó claro que es una pérdida de tiempo elucubrar sobre fechas concretas en las que ocurrirán esos importantes sucesos. Sólo Dios Padre conoce cuándo sobrevendrán. Los apóstoles le volvieron a preguntar antes de la Ascensión: «Señor, ¿es en este momento cuando vas a restablecer el Reino de Israel?» El les contestó: A vosotros no os toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre con su autoridad (Act. 1, 6-7). De este modo, quiso acabar con toda curiosidad y dejó sin exclusiva a cierta prensa de los siglos venideros.
Sin embargo, Jesús no dijo simultáneamente “afortunados los despreocupados”. Tampoco recomendó cambiar de tema o pasar la página, sino que a renglón seguido mandó estar atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento (Mc. 13, 32) Precisamente, la misma imposibilidad de conocer la fecha es la razón para vigilar, no para inhibirse o desentenderse.
Por el humo se conoce donde está el fuego, dice el refrán español. Para vigilar es necesario conocer las señales que Dios mismo ha transmitido, indicadoras de esos momentos de la historia, y... abrir bien los ojos. De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todo esto, sabed que El está cerca, a las puertas (Mt. 24, 32-33).
Jesús también llegó a tachar de hipócritas a los que no percibían las señales anunciadas sobre los tiempos de su primera venida al mundo: Cuando veis una nube que se levanta en el occidente, al momento decís: "Va a llover", y así sucede. Y cuando sopla el sur, decís: "Viene bochorno", y así sucede. ¡Hipócritas! Sabéis explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo? (Lc. 12, 54-56)
Señales en la naturaleza
De acuerdo con la Sagrada Escritura estas son algunas de las principales señales:
En Tierra:
Grandes terremotos (Lc. 21, 11) En términos sismológicos modernos un terremoto es importante cuando alcanza magnitud 7.0 en la escala de Richter y un gran terremoto cuando supera 8.0.
En el mar:
Maremotos pues las gentes quedarán perplejas por el estruendo del mar y de las olas (Lc. 21, 25).
En el espacio sideral:
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas (Lc. 21, 25) El sol se cambiará en tinieblas y la luna en sangre, ante la venida del Día de Yahveh (Joel. 3,4)
El mundo astronómico entiende por Planeta-X un objeto del Sistema Solar de tamaño superior a los planetas conocidos (quizás estrella enana marrón) del que existen diversas teorías e indicios sobre su existencia, pero que aún no se ha constatado visualmente. Otros nombres que ha recibido este potencial gran objeto son Nibirú, Némesis, Hercóbolus, etc.
La polémica sobre la probabilidad de su existencia se remonta a los últimos 50 años. Las facilidades de comunicación de Internet han reavivado la discusión global y a ella se han sumado gran cantidad de páginas científicas, exotéricas y de pseudo-interpretación bíblica. El debate carece de claridad y objetividad debido a los múltiples efectos colaterales e intereses asociados que un descubrimiento de esta magnitud tendría, especialmente si su órbita pudiera afectar a nuestro planeta. La actitud de las principales agencias espaciales silenciando sus actividades de investigación sobre el tema es un ejemplo del interés comprensible de los gobiernos en no alimentar especulaciones que puedan generar alarma social.
Paralelamente, uno de los argumentos que puede apoyar la existencia del Planeta-X está basado en el sexto sello del Apocalipsis. En efecto, éste sello parece narrar un conjunto de hechos que se pueden interpretar literalmente como una catástrofe astronómica asociada a un eclipse solar no provocado por la luna. La historia no ha reflejado anteriormente un hecho de esta magnitud. En términos de aproximación se han invocado la existencia de ciertos gráficos en tablillas sumerias y la interpretación de ciertos pasajes bíblicos como las plagas de Egipto (Éxodo capítulos 7 a 12) o el retroceso de la sombra en tiempos del rey Ezequias (Is. 38, 7). No obstante, ninguno de ellos llegó a los niveles de la catástrofe descrita en el Apocalipsis (Ap. 6, 12-18). Esto ha facilitado que las interpretaciones puramente simbólicas de este texto se hayan tomado como las únicas verdaderas.
En este estado de cosas, en el año 2004 se conoció la existencia de un Abstract o Resumen de 1991 que refleja un trabajo interno de la NASA, y que puede consultarse en esta dirección. El trabajo está firmado por el Director del Observatorio Naval de Washington, como cabeza de un equipo investigador. A pesar de la brevedad del documento, queda de manifiesto:
1. La existencia de un proyecto interno de NASA para la búsqueda del Planeta-X desde varios años antes
2. La alteración comprobada de las órbitas de Urano y Neptuno hacia el Sur del plano de la eclíptica en el que giran los planetas como la Tierra (gráfico 1 ).
3. La programación de una nueva campaña para fotografiar el Planeta-X y el lugar (Nueva Zelanda) y fecha (Abril-Junio) más adecuados para obtener el resultado (gráfico 2 )
Partiendo de estos últimos datos, se muestran varios gráficos (haga click para aumentarlos) que ayudan a comprender el desarrollo del sexto sello del Apocalipsis en un sentido literal. Estos datos recientes parecen avalar por una vía independiente la revelación, realizada en diversas apariciones marianas de las últimas décadas, de un acontecimiento mundial denominado Aviso (Advertencia), y su coincidencia con el sexto sello, que marcará el comienzo del día de Yahveh en la historia, según el comentario de los hombres (Ap. 6, 18) ante lo que están viendo que sucede. Asimismo los datos de la NASA permiten deducir la época del año (Noviembre) en que se producirá este Aviso, aunque no el año concreto (gráfico 2 y 3 )
El modelo interpretativo (Gráfico 4 ) ayuda también a entender en sentido literal el capítulo 8 del Apocalipsis. La media hora de silencio al abrirse el 7º sello (Ap. 8, 1) sería la media órbita de la Tierra alrededor del Sol (6 meses) desde que ocurrió el eclipse (6º sello). El desarrollo de las 4 primeras trompetas sería fruto del encuentro de la órbita de la Tierra con la órbita de los detritus asociados al propio Planeta-X, a los 6 meses del Aviso . Antes y después de ocurrir los hechos de estas 4 trompetas sucederían las dos grandes señales en el cielo. La primera, la señal de la Mujer (Ap. 12, 1) o gran Milagro , tras los cinco meses que dura la picadura de las langostas (Ap. 9, 5). La segunda, la señal del gran Dragón rojo (Ap. 12, 3) o ascenso del Impío como falso salvador de un mundo en pleno caos.
Una estrella de paz anunció la venida del Mesías a los Reyes Magos. Una estrella de terribles consecuencias anuncia el ascenso del Impío a los científicos, nuevos magos de la historia.
El Castigo: final del día de Yahveh

Los motivos
Porque Yahveh reprende a aquel que ama, como un padre al hijo querido (Prov. 3, 12)
Cómo a hijos os trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige? (Heb. 12, 7)
Yahveh es tardo a la cólera y rico en bondad, tolera iniquidad y rebeldía; aunque nada deja sin castigo (Núm. 14, 18)
Los hechos
Y sucederá en toda esta tierra - oráculo de Yahveh - que dos tercios serán en ella exterminados (perecerán) y el otro tercio quedará en ella (Zac. 13, 7-8). Dos tercios son más de 4000 millones de muertos.
Yo he exterminado a las naciones, sus almenas han sido derruidas, he dejado desiertas sus calles, sin un transeúnte; han sido arrasadas sus ciudades, no queda hombre ni habitante(Sof. 3, 6)
Los cielos y la tierra presentes, (...) están reservados para el fuego y guardados hasta el día del Juicio y de la destrucción de los impíos (...) Los cielos, en llamas, se disolverán, y los elementos, abrasados, se fundirán (II Ped. 3, 7 y 12)
El Impío: cumbre del mal en la historia
En el Catecismo de la Iglesia Católica, (año 1992, nº. 675), se lee: antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de muchos creyentes. La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra desvelará el “Misterio de iniquidad” bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la del seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne.
Entre otras cosas, la Sagrada Escritura dice de este personaje, cumbre y líder del mal en la historia:
La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos (II Tes. 2, 9)
Tratará de cambiar los tiempos y la ley (Dan. 7, 25)
En el lugar del sacrificio puso la iniquidad y tiró por tierra la verdad; así obró y le acompañó el éxito (Dan. 8, 10-12)
El concertará con muchos una firme alianza una semana; y en media semana hará cesar el sacrificio y la oblación, y en el ala del Templo estará la abominación de la desolación, hasta que la ruina decretada se derrame sobre el desolador (Dan. 9, 27)
Jesús previene: Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis (Jn. 5, 43)
Si alguno os dice: "Mirad, el Cristo está aquí o allí, no lo creáis. (...) Así que si os dicen: "Está en el desierto", no salgáis; "Está en los aposentos", no lo creáis (Mt. 24, 23 y 26)
Surgirán falsos cristos y falsos profetas y realizarán señales y prodigios con el propósito de engañar, si fuera posible, a los elegidos (Mt. 24,24; Mc. 13, 22)
Y le dijo el diablo: «Te daré todo el poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me ha sido entregada, y se la doy a quien quiero. Si, pues, me adoras, toda será tuya» (Mt. 4, 8-9; Lc. 4, 5-7)
La profecía del Milagro de Garabandal es paralela a la gran señal de la Mujer del capítulo 12 del Apocalipsis
Poco tiempo después del Aviso se dará el mayor Milagro de la historia, con la finalidad de confirmar el proceso de conversión de los hombres iniciado durante el Aviso . La Virgen María será el motivo central de esa gran señal, que de nuevo es entregada por Dios a los hombres como tabla de salvación ante la última crecida del mal en el mundo
La Mujer, señal de Emmanuel (Dios con nosotros)
Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está encinta, y grita con los dolores del parto y con el tormento de dar a luz (Ap. 12, 1-2)
Por tanto, el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel (Is. 7:14)
Lucha entre las dos estirpes
Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; ella te herirá la cabeza, y tú le herirás el calcañar (Gen 3, 15 )
Y apareció otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas. Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las echó en tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba de parto, a fin de devorar a su hijo cuando hubiese nacido (Ap. 12,3-4)
Día del Señor
El Apocalipsis termina con la narración del Día del Señor o Domingo de la historia. El último día de la Creación es el día de descanso del Señor y el Domingo es el día de victoria que va unido a la Resurrección del Señor. De algún modo, el Día de Yahveh es comparable al preámbulo doloroso de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor, mientras que el Día del Señor es el gozo y la alegría posterior de la Resurrección.
La situación de séptimo día, por semejanza con los siete días del proceso de la Creación y al igual de aquel día que bendijo Dios (...) y lo santificó (Gen. 2, 3), sugiere que este periodo también será especialmente rico en gracias de Dios. De hecho el capítulo 20 del Apocalipsis comienza por el encierro de la Serpiente antigua - que es el Diablo y Satanás - y lo encadenó por mil años (Ap. 20, 2) y describe, la nueva Jerusalén, que baja del cielo, de junto a Dios (Ap.21,2) para sustituir al mundo viejo (que) ha pasado (Ap. 21, 4) y noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará (Ap. 22, 5).
En resumen, una situación radicalmente diferente de la etapa anterior del mundo como hasta ahora lo hemos conocido y del propio Día de Yahveh. Que el desierto y el sequedal se alegren, regocíjese la estepa y la florezca como flor; estalle en flor y se regocije hasta lanzar gritos de júbilo.(...) Se verá la gloria de Yahveh, el esplendor de nuestro Dios (Is. 35, 1-2)
El Juicio de las Naciones Se trata de un juicio de carácter social, al principio de la nueva etapa histórica
Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así será la venida del Hijo del hombre (Mt 24, 27)
Así manifestaré yo mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán el juicio que voy a ejecutar y la mano que pondré sobre ellos (Ez.39, 21-22)
En aquellos días, en el tiempo aquel, cuando yo cambie la suerte de Judá y Jerusalén, congregaré a todas las naciones y las haré bajar al Valle de Josafat (Joel 4, 2)
Serán congregadas delante de él todas las naciones (Mt. 25, 32)
Es distinto del Juicio Final, de carácter personal, al final de la etapa histórica del día del Señor
Nuevo orden de la naturaleza
El resultado del pecado fue la muerte
Por el pecado entró la muerte (en el mundo;(Rom. 5, 12)
Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo (Sab. 2, 24
Polvo eres, y al polvo volverás (Gen. 3, 19)
El plan de la Redención incluye devolvernos la vida
He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Jn. 1, 29)
Cuando empiecen a suceder estas cosas, es decir el Día de Yahveh, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación Lc. 21, 28
La liberación, que aún queda por conceder, de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios (Rom. 8, 21)
Es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad (1 Cor. 15, 53)
¡Mirad! Os revelo un misterio: No moriremos todos, mas todos seremos transformados (I Cor. 15, 51)
Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección (Ap. 20, 6)
El plan redentor incluye la renovación de la naturaleza
Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán mentados los primeros ni vendrán a la memoria; antes habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a crear (Is. 65, 17-18)
Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron (Ap 21,1)
primer cielo y la primera tierra desaparecieron (Ap 21,1)
Nuevo orden social
Surge del Juicio de las Naciones
Pues la nación y el reino que no se sometan a ti perecerán, esas naciones serán arruinadas por completo (Is. 60, 12)
Los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo. Los reyes de Sabá y de Seba pagarán impuestos; todos los reyes se postrarán ante él, le servirán todas las naciones (Sal. 72, 7-11)
Se conforma como Reino: adiós a la ONU.
Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre,
venga tu Reino,... (Lc. 11, 2)
Ante Pilatos Jesús terminó su contestación sobre si era Rey de los judíos diciendo: pero ahora mi Reino no es de aquí (Jn. 18, 36).
Será una era de paz: adiós a los ejércitos.
Forjarán de sus espadas azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se ejercitarán más en la guerra (Is. 2, 4).
Edificarán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán para que otro habite, no plantarán para que otro coma, pues cuanto vive un árbol vivirá mi pueblo (Is. 65, 21-22)
No se fatigarán en vano ni tendrán hijos para sobresalto, pues serán raza bendita de Yahveh ellos y sus retoños con ellos (Is. 65, 23)
orden espiritual
Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne (Ez. 36, 26)
Hágase Tu Voluntad así en la tierra como en el cielo (Mt 6, 10)
He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! Lc. 12, 49)
No vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí (Gal. 2, 20)
Modificado el ( martes, 19 de septiembre de 2006 )
Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y guarden lo escrito en ella (Ap. 1,3) Así comienza el Apocalipsis y, a pesar de esta promesa, es desconocido para el católico medio. Pocas veces se comentan sus textos cuando es objeto de lectura litúrgica. Muchos prefieren no adentrarse en sus imágenes, ante los riesgos que conlleva su interpretación. Sin embargo, ahí está la promesa del mismo Dios, que no hace en ningún otro libro de la Sagrada Escritura. Aquí tratamos de llenar esa laguna, intentando dar elementos para que orienten para copiar aquella actitud de la Virgen que guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón (Lc. 2, 19).
El Apocalipsis es el último libro de la Sagrada Escritura. Es a la vez sugerente, espiritual y difícil de interpretar. Sus imágenes y metáforas son atractivas pero es poco frecuente encontrar una explicación católica no centrada en el sentido simbólico espiritual. Aquí se muestra que Apocalipsis también contiene una profecía de sentido literal que afecta a nuestro tiempo. Las apariciones y mensajes de la Virgen María en las últimas décadas iluminan y avalan esta interpretación, a la vez que complementan la interpretación de otros grupos de cristianos.
El interés creciente por este libro sagrado requiere la ayuda de comentarios que conozcan estos mensajes de los últimos tiempos, recibidos dentro del ámbito católico, para orientar adecuadamente su comprensión. Los acontecimientos históricos aumentan cada día en gravedad y muchos hombres buscan en el Apocalipsis una ayuda para vivir los tiempos difíciles del mundo que parecen acercarse velozmente para dar a luz una nueva época
Para complementar e interpretar los textos del Apocalipsis utilizamos preferentemente:
Otros textos de la Sagrada Escritura
Textos de la Tradición de los Santos Padres de la Iglesia
Interpretaciones de santos y místicos
Estudios de personas competentes en la materia
Revelaciones privadas solventes
Acontecimientos recientes y otros datos relevantes
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Estructura general del libro del Apocalipsis
El libro originalmente fue escrito en griego y consta de 22 capítulos. Cada uno de ellos cabe holgadamente en una o dos páginas de tamaño mediano. No es, por tanto, un texto largo o de gran extensión para una narración ordenada.
Los motivos de las tres historias principales del Apocalipsis son, sucesivamente, la historia de la Iglesia, en los tres primeros capítulos. Al arco principal, del capítulo 4 al 19, le corresponde la narración del Día de Yahveh. Por último, los tres capítulos finales narran el desarrollo del Día del Señor. Ambos términos, día de Yahveh y día del Señor , son frecuentes en la Sagrada Escritura y, en contra de lo que pudiera parecer, no se trata de vocablos sinónimos.
í Según una tradición fundada en las enseñanzas de algunos Padres de la Iglesia y no pocos místicos y santos, la historia del hombre sobre la tierra tendrá una duración de 7000 años aproximadamente. El fundamento de esta afirmación está en comparar la duración de la historia con la obra de la Creación, y unir la afirmación de que ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día (II Pe. 3, 8). Los momentos actuales cumplirían 6000 años de tiempo desde Adán sobre la tierra.
Esta interpretación apoya la distinción entre el proceso de hominización y el de humanización. El primero nada tendría que ver con la creación del hombre sino, en el mejor de los casos, con la preparación de su parte material, polvo del suelo (Gen 2, 7). El segundo proceso es el que narra la Biblia de creación del hombre con intervención directa de Dios que insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente (Gen 2, 7).
Las cronologías bíblicas más firmes también encajan con esta cuenta. Así, el año judío 5760 coincide con el 2000 de nuestra era cristiana. Hacia el año 1000 antes de Cristo se sitúa la construcción del templo de Salomón, hacia el 1500 la salida de Egipto, hacia el 2000 el nacimiento de Abraham, hacia el 2350 el diluvio y con anterioridad la época de los patriarcas hasta le creación de Adán unos 4000 años antes del nacimiento de Cristo.
En el pasado, cierta ciencia apriorística identificó a Adán y Eva con los padres de unos feos homínidos, cuyos huesos fósiles databan millones de años. Esta asociación supone un salto mental que, cada día tiene menos apoyo científico y ninguno escriturístico. Emparejar la belleza de Adán y Eva, creación directa de Dios a su imagen y semejanza (Gen 1, 26), nunca encajó bien con las hipótesis evolucionistas de pseudo monos encorvados. Tampoco engrana en esta teoría el hecho de que la sabiduría y ciencia de Adán, fuera capaz de poner nombre a todos los animales (Gen. 2, 19), y sólo fuera capaz de fabricar rudimentarios utensilios de piedra. En ocasiones, la ciencia ha sido utilizada como arma arrojadiza de un inculto sectarismo que desprecia a Dios como obstáculo para el progreso del conocimiento
En primer lugar, se puede ver al Apocalipsis como compuesto por cuatro partes:
Introducción y Cartas a las Iglesias (Ap 1-3). El contenido de la salutación está dirigido a una jurisdicción eclesiástica y representa una comunicación oficial de un dirigente a su cargo. Siguiendo el ejemplo de otros libros de la época, su distribución es local y luego de su inclusión en el canon, es distribuido a toda la Iglesia. Como si fuera una epístola (pero sin serlo), se podría reconocer aquí a los destinatarios del libro.
El Cordero y los Siete Sellos y Trompetas (Ap 4-11). Se ven aquí muchos símbolos que hacen alusión a la liturgia cristiana primitiva, y para Prévost (Prévost, 2001: 28) es también una forma de definirse frente al judaísmo.
El Dragón y el combate (Ap 12-20). La historia se vuelca ahora a un combate cósmico para explicar el sentido de la historia, y a la vez también simboliza -según Prévost (Prévost, 2001: 28)- el enfrentamiento de los primeros cristianos con el imperio romano.
La Nueva Jerusalén (Ap 21-22). De forma conclusiva, como una despedida al final del libro, se menciona la esperanza que guía a todo el libro.
El libro del Apocalipsis presenta también secciones bien diferenciadas, en las que los símbolos cambian entre una y otra, aunque conservando un mensaje principal idéntico de esperanza:
Introducción y Presentación (Ap 1). Presenta la visión de todo el libro e introduce la siguiente sección (el mensaje a las Iglesias) como venido de parte de un ...hombre de larga túnica, cuyos cabellos eran blancos. En su mano tenía siete estrellas y de su boca salía una espada de doble filo..., en referencia a Cristo resucitado.
El mensaje a las Iglesias (Ap 2-3). Es una serie de evaluaciones, buenas y malas, a siete comunidades, que terminan con un reto y la inspiración para vencer. Las comunidades tienen una relación específica en la época del autor.[8]
Las Teofanías de Dios (Ap 4). Se presenta un conjunto de símbolos que representan la majestad de Dios, haciendo alusión a las teofanías más importantes del Antiguo Testamento: la zarza ardiente, el monte Sinaí, la vocación de Isaías y la visión de Ezequiel en el río Quebar.
El Cordero (Ap 5). Se presenta, en contraste pero en unidad con la sección anterior, la humildad y poder del Cordero (Cristo), como el único que es capaz de entender al principio el designio de Dios y por lo tanto de abrir el libro de los siete sellos (sección siguiente).
Los Siete Sellos (Ap 6-8). En esta sección abundan los símbolos numéricos y cromáticos. La sección comienza con la famosa descripción de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, que llevan numerosas plagas a la humanidad. Durante la apertura de cada sello, se desarrollan también las visiones de cataclismos naturales, que concluyen con el Juicio Final.
Las Siete Trompetas (Ap 8-11). Con la apertura del séptimo sello, comienza el desarrollo de un nuevo simbolismo numérico de catástrofes anunciadas por 7 trompetas, y el surgimiento de una primera Bestia que guerrea con dos Testigos.
El Dragón y las Bestias (Ap 12-13). Después, en un cambio en el hilo de la historia, se narra el surgimiento del Dragón que combate con una Mujer que da a luz a un Niño. Después, el Dragón convoca a dos Bestias que lo sirven.
Los Vencedores (Ap 14-15). Entran en escena los que serán vencedores del Dragón y las Bestias. Aunque en esta parte no se indica aún que los venzan, sí se indica que están de parte del Cordero, y que de hecho éste los dirige, dispuestos a vencer.
Las Siete Copas (Ap 16). De nuevo en un simbolismo numérico, se habla de catástrofes, y de la batalla final que comienza con la reunión de los ejércitos en un lugar llamado Armagedón.
La Prostituta y la caída de Babilonia (Ap 17-19). Entra en escena la Prostituta (denominada Gran Babilonia), que está sostenida por las Bestias y del Dragón. Entra entonces en escena Cristo montado en un caballo blanco, la Gran prostituta es vencida y las Bestias son capturadas y echadas al lago de fuego.
La Derrota (Ap 20). Se menciona que el Dragón queda encerrado por mil años luego de la victoria de la sección anterior y que al final volverá a salir reuniendo a todas las naciones representadas por Gog y Magog para ser vencido de nuevo, esta vez de manera definitiva.
La nueva Jerusalén (Ap 21-22). La visión concluye con esperanza: la tierra y el cielo son hechos de nuevo, Jerusalén, como símbolo de la ciudad de Dios, es toda la Tierra donde ahora Dios habita directamente en medio de todos los hombres. El libro, y por lo tanto la Biblia cristiana concluyen con una bendición y una petición que apremian a Jesús a volver pronto
Estructura septenaria del Apocalipsis
La estructura del Apocalipsis se puede ver también de acuerdo a septenarios: dividido en 7 grupos, cada grupo a su vez puede subdividirse en subgrupos de 7 junto con preludios, interludios y otros excursos (Läpple, 1970):
Título del libro y prólogo (Ap 1:1-3)
1. Las siete cartas a las Iglesias (Ap 1:4-3:22)
Destinatarios (Ap 1:4-8)
Visión preliminar (Cristo resucitado) (Ap 1:9-20)
Carta a la Iglesia de Éfeso (Ap 2:1-7)
Carta a la Iglesia de Esmirna (Ap 2:8-11)
Carta a la Iglesia de Pérgamo (Ap 2:12-17)
Carta a la Iglesia de Tiatira (Ap 2:18-29)
Carta a la Iglesia de Sardis (Ap 3:1-6)
Carta a la Iglesia de Filadelfia (Ap 3:7-13)
Carta a la Iglesia de Laodicea (Ap 3:14-22)
2. Los siete sellos (Ap 4:1-8:1)
Visión preliminar (el trono de Dios, su corte, el Cordero, las oraciones de los santos, y el libro de los siete sellos) (Ap 4:1-5:14)
El primer sello (el jinete del caballo blanco) (Ap 6:1-2)
El segundo sello (el jinete del caballo rojo) (Ap 6:3-4)
El tercer sello (el jinete del caballo negro) (Ap 6:5-6)
El cuarto sello (el jinete del caballo verde o amarillo) (Ap 6:7-8)
El quinto sello (los mártires) (Ap 6:9-11)
El sexto sello (los desastres naturales) (Ap 6:12-17)
Visión intermedia (los 144.000 y los que se salvarán) (Ap 7:1-17)
7. El séptimo sello (un silencio y el comienzo de las trompetas) (Ap 8:1)
3. Las siete trompetas (Ap 8:2-11:19)
Visión preliminar (las trompetas y la purificación de las oraciones de los santos) (Ap 8:2-5)
La primera trompeta (desastres sobre la tierra) (Ap 8:6-7)
La segunda trompeta (desastres sobre el mar) (Ap 8:8-9)
La tercera trompeta (desastres sobre las aguas) (Ap 8:10-11)
La cuarta trompeta (desastres sobre el cielo) (Ap 8:12-13)
La quinta trompeta (el primer ¡Ay!) (Ap 9:1-12)
La sexta trompeta (el segundo ¡Ay!, que se prolonga durante los 3 excursos siguientes) (Ap 9:13-21)
Excurso 1 (el ángel y el librito) (Ap 10:1-7)
Excurso 2 (el librito) (Ap 10:8-11)
Excurso 3 (los dos testigos) (Ap 11:1-14)
7. La séptima trompeta (el tercer ¡Ay!, aclamación celestial, el Arca de la Alianza vuelve a verse (Ap 11:15-19)
4. Las siete visiones de la Mujer y el combate con el Dragón (Ap 12:1-14:20)
Visión de la Mujer (Ap 12:1-2)
Visión del Dragón (Ap 12:3-17)
Visión de la Bestia (Ap 12:18-13:10)
Visión de la Segunda Bestia (Ap 13:11-18)
Visión del Cordero y los 144.000 (Ap 14:1-5)
Visión de los Tres Ángeles (Ap 14:6-13)
Visión del Hijo del Hombre y la Siega por parte de Tres Ángeles (Ap 14:14-20)
5. Las siete copas (Ap 15:1-16:21)
Visión preliminar (las copas de la ira de Dios) (Ap 15:1-8)
La primera copa (primera plaga) (Ap 16:1-2)
La segunda copa (segunda plaga) (Ap 16:3)
La tercera copa (tercera plaga) (Ap 16:4-7)
La cuarta copa (cuarta plaga) (Ap 16:8-9)
La quinta copa (quinta plaga) (Ap 16:10-11)
La sexta copa (sexta plaga, promesa de esperanza y Armagedón) (Ap 16:12-16)
La séptima copa (séptima plaga) (Ap 16:17-21)
6. Los siete cuadros sobre la caída de Babilonia (Ap 17:1-19:10)
Visión de Babilonia (Ap 17:1-18)
Visión del Ángel anunciando la caída de Babilonia (Ap 18:1-3)
Recomendaciones al pueblo de Dios en Babilonia (Ap 18:4-8)
Lamentaciones sobre Babilonia (Ap 18:9-19)
La alegría en el Cielo (Ap 18:20)
La caída de Babilonia (Ap 18:21-24)
El triunfo en el Cielo (Ap 19:1-10)
7. Las siete visiones del fin (Ap 19:11-22:5)
Visión del Cielo abierto y del Verbo de Dios (sobre un caballo blanco) (Ap 19:11-16)
Visión del Ángel Exterminador (Ap 19:17-18)
Visión de la Bestia y de su Derrota (Ap 19:19-21)
Visión del Reinado de Mil Años y juicio a Gog y Magog (Ap 20:1-8)
Visión de la Primera Resurrección, el Segundo y Último Combate Escatológico (Ap 20:4-10)
Visión del Juicio de las Naciones (Ap 20:11-15)
Visión de la Jerusalén Celestial (Ap 21:1-22:5)
Un epílogo (Ap 22:6-21)
Recomendaciones finales (Ap 22:6-21)
Números
Prévost (2001: 39-43) menciona que los distintos números mencionados en el Apocalipsis tienen siempre un carácter simbólico. El significado de los números se daría en función del sentido que los cristianos de la época del siglo I les darían, y que estarían directamente influenciados por los significados que los judíos le darían a muchos de esos números:
Uno. Normalmente se usa para referirse a Dios. (p.ej. Ap 4:2)
Un medio, tres y medio. Parece ser que estos números están directamente heredados del libro de Daniel; representan un tiempo limitado y restringido, que no llegaría a ser uno (que significa la plenitud de Dios) o cuatro (que significa la plenitud del universo), incluso por ser la mitad de siete (la perfección). El tres y medio se ve reflejado también en la frase un tiempo, tiempos y medio tiempo. Esta división en tres partes también se podría basar en una interpretación de la profecía de las setenta semanas de Daniel, con una división semejante en tres partes: 49 años + 434 años + 7 años, a partir de uno de los decretos dados por los reyes persas para que los judíos salieran de la cautividad babilónica, de los cuales los más famosos fueron el de Ciro el Grande en el 538 a. C. y el de Artajerjes I Longímano en el 457 a. C., (2Cr 36:22-23), (Esdras 7:7), (Dn 9:24-27). Así mismo, los mil doscientos sesenta días mencionados en el libro, así como los cuarenta y dos meses, son equivalentes a tres años y medio. (p.ej. Ap 8:1;11:2-3,9,11;12:6,14)
Cuatro. Se puede referir a todo el Universo, o Creación (por los cuatro puntos cardinales), e igualmente se aplica a los cuatro Vivientes que se encuentran con Dios al inicio de la visión, y que muchos identifican con los cuatro evangelistas (aunque esto último no necesariamente es cierto[10] ). Sin embargo, con base en el simbolismo de toda la Creación, los cuatro vivientes que están con Dios podrían representar más bien el dominio que tiene Dios sobre toda la Creación y la relación que ésta tiene con su Creador. (Vanni 1982: 50-51) (p.ej. Ap 4:6-8;7:1;20:8)
Seis. En algunos contextos denota imperfección, pues le falta uno para llegar a la cifra perfecta (ver símbolo siguiente) (p.ej. Ap 13:18). Por otro lado también, cada uno de los cuatro Vivientes que están junto al trono de Dios tienen seis alas (Ap 4:8).
Siete. Para los judíos, el número siete (en hebreo, Sheba) denota la perfección.[11] Este número está presente en muchos libros del AT y del NT, siempre con el mismo significado.[12] (p.ej. Ap 1:4,12,16;4:5 y los septenarios)
Doce. Representa en primer lugar a las doce tribus de Israel, y por extensión al pueblo de Dios. De forma cristiana entonces, este número representa a los cristianos (que según su interpretación son el nuevo pueblo de Dios), en particular representados por el número de los apóstoles (p.ej. Ap 12:1;21:12,14,20,21). Otros números directamente influenciados por el doce son el veinticuatro (24 = 12 x 2), el cuarenta y ocho (48 = 12 x 4) y el ciento cuarenta y cuatro (144 = 12 x 12). (p.ej. Ap 4:4,10;5:8;7:4-8;11:16;19:4)
Mil. Este número no representaría la cantidad exacta de 1000, sino la idea general de un gran número (por ejemplo, los mil años de encierro del Dragón antes de que se vuelva a levantar y sea vencido para siempre (Ap 20), no representarían un período de exactamente mil años sino solamente la idea general de mucho tiempo). (p.ej. Ap 5:11;7:4-8;20:2-7)
Igualmente, muchos otros números aparecen en el libro, que siguiendo la interpretación de la literatura apocalíptica, tienen también un significado simbólico. El tres por ejemplo puede representar a Dios, y aunque para los judíos de por sí el número tres ya es representativo de la divinidad, desde el punto de vista cristiano también lo hace tomando en cuenta la Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por otro lado en el Apocalipsis, el tres aparece como una fracción, en vez de como el número entero (una tercera parte, un tercio, indicando también que ni es el Uno pleno de Dios, ni el Cuatro pleno de la Creación, y que dos tercios no se ven afectados por lo que la tercera parte sí lo es). Aparecen también otros números como el dos, el diez, entre otros.
Colores
Los colores también juegan un papel importante y tendrían un significado propio (Prévost, 2001: 37-38).
Blanco. Pureza, victoria. (p.ej. Ap 1:14;4:4;19:14;20:11)
Negro. Desgracia, miseria. (p.ej. Ap 6:5,12)
Rojo. Violencia. (p.ej. Ap 6:4;9:17;12:3)
Verde o Amarillo. Muerte. (p.ej. Ap 6:8)
Púrpura. Desenfreno. (p.ej. Ap 17:4;18:12,16)
Escarlata. Desenfreno. (p.ej. Ap 17:3-4;18:12,16)
La Bestia y su número
(Ap 13) Este es uno de los símbolos más famosos heredados del libro del Apocalipsis. El número seiscientos sesenta y seis se suele identificar con el Diablo (aunque aquí el Dragón del Apocalipsis es más representativo del mismo) o con el Anticristo.
En el Apocalipsis sin embargo, únicamente se menciona esta cifra una vez (Ap 13:18), para decir que es el número de una de las Bestias que sirven al Dragón (y después se le asocia con la marca de la Bestia que llevarían todos aquellos que concuerden con el Dragón y las Bestias). Hay que recordar primero que el significado del número 6 es de imperfección (por faltarle una unidad para la perfección del número 7), y el número 666 representaría entonces una imperfección llevada hasta el extremo.
Hay autores que, buscando identificar el número 666 con un personaje histórico de la época en que fue escrito el libro, intentan encontrar un juego numérico (conocido como gematría) con las letras del alfabeto griego (idioma en que fue escrito el libro) que pudiera dar la equivalencia para reconocer con este número a la principal Bestia del Apocalipsis. Estos juegos eran comunes a la época de la escritura del Apocalipsis, y se han encontrado vestigios de ellos también en otros escritos. Se asigna a cada letra (alfa, beta, gamma,..., psi, omega) un número: las primeras del 1 al 10 (excepto el 6), luego de diez en diez hasta el 80, luego el 100 y de cien en cien hasta el 800. Una palabra o frase conocida tenía entonces un número asociado al sumar las cifras equivalentes a cada letra; el inverso de este juego consiste en dar un número (como es el caso del 666 del Apocalipsis) y tratar de identificar qué palabra o frase cumple también con estas características. Siguiendo este juego numérico, se puede llegar a concluir que el número representaría a Domiciano, que persiguió a los cristianos en la época de la escritura del Apocalipsis, o en general a los Césares romanos que se autoproclamaban dioses y que exigían a sus súbditos que así fueran adoradas sus estatuas. (Prévost 2001: 45-49)
Algunas investigaciones también concluyen que el número 666 dado en este pasaje del Apocalipsis es erróneo, ya que existen algunas versiones del libro que datan del siglo II o III y que tienen como número de la Bestia al seiscientos dieciséis (y con el cual a través de los mismos juegos numéricos se podría relacionar a varios Césares romanos, por ejemplo Calígula, emperador romano caracterizado por su crueldad). (Prévost, 2001: 46,48) [5]
Igualmente que con otros símbolos del Apocalipsis, hay muchas otras interpretaciones que identifican a la Bestia con personajes de distinta índole a lo largo de la historia (y que a través de otros juegos ingeniosos reconocen al 666 apocalíptico con ellos). Hay incluso interpretaciones que identifican al 666 con fechas.
Véase también: Marca de la bestia
La primera Bestia y los Dos Testigos
Otros manejan la posibilidad de identificar a la Bestia a la que históricamente se referiría el autor del Apocalipsis, con el emperador Nerón, que para la época de la redacción del libro, aún dejaría un recuerdo de las torturas y persecuciones de su época. Tomando la frase 'Nerón César', en hebreo o en griego, considerando únicamente las consonantes y tomando números de acuerdo a una numeración del alfabeto hebreo, similar a la anterior, la suma daría de nuevo el famoso número 666. [6] Es más, si se toma la frase 'Nerón César', pero no en griego sino en latín, el número resultante es el 616. [7]
Dentro del libro del Apocalipsis se menciona que una primera Bestia mata a dos Testigos de Dios en una ciudad (los cuales, por cierto, luego de muertos de todas maneras siguen hablando) (Ap 11). La descripción de dos testigos va de acuerdo con la ley judía que establece que sólo se acepta el testimonio de dos testigos. Algunos han querido reconocer en estos dos Testigos a los apóstoles Pedro y Pablo, muertos durante la época de Nerón. Sin embargo, en el Apocalipsis no se reconoce que esta primera Bestia sea la misma que la del número 666.
Para (Hahn, 2001), los dos testigos representan al profeta Elías y a Moisés, personajes en quienes a su vez se personificaría toda la Ley y los Profetas del AT.
Otra interpretación que se da a los dos Testigos es que corresponden a Elías y a Enoc, debido a que en toda la historia que relata la Biblia estos dos personajes no han muerto: Elías fue llevado en un carro de fuego, y Enoc: Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. (Gn 5:24). Debido a que todo hombre debe morir, y estos dos personajes no han muerto, se presume que el evento relatado en el Apocalipsis sería el tiempo de la muerte de ellos
La hexakosioihexekontahexafobia (abreviado trihexafobia) es un miedo irracional (o fobia) al número "666". Se caracteriza por rechazo a cualquier cosa que pueda estar relacionada directa o indirectamente con el número 666
Esta fobia está originada en la creencia en el verso bíblico Apocalipsis 13:18, donde se indica que el número 666 es el número de la marca de la bestia, y por lo tanto está ligado a Satanás o al Anticristo. La fobia se ha popularizado, incluso entre no creyentes de la fe cristiana, e incluso se popularizó más debido a su presencia en varias películas de horror.
Aunque, como nota, el 666 sólo está afirmado como número del "mal" tres veces en la Biblia.
Manifestaciones de esta fobia
Los hexakosioihexekontahexafóbicos evitan las cosas relacionadas con el número 666, tales como un edificio en el cual el número se exhiba prominentemente. Sin embargo, hay otras cosas que evitan. Aunque menos frecuentemente, tratan de evitar el número como producto de relaciones entre otros números. Por ejemplo, la fracción dos tercios tiene un decimal de repetición de .666. (La nota que en la base 12, dos tercios es 0,8, y 0,666 es la fracción 6/11.) Un hexakosioihexekontahexafóbico severo puede evitar lo antes mencionado, así como 5/3, 8/3, 11/3, etc. La gente con esta fobia considera mala suerte obtener 3 seises en una mano de póker, aun cuando ésta es, generalmente, una muy buena mano.
Controversia
Es muy importante observar que este miedo es en gran parte un artefacto del cristianismo popular. En cambio, la mayoría de intelectuales cristianos y los teólogos de la actualidad creen que el número era simplemente una referencia a un emperador romano que persiguió a cristianos. El César considerado generalmente como el más adecuado para el papel es Domiciano, aunque algunos prefieren al más conocido Nerón aunque sea menos probable. De cualquier manera, los intelectuales postulan que los cristianos utilizaron el número como código para referirse a su nombre o que el César mismo pudo haber favorecido ese número por razones numerológicas. En algunas numerologías, seises triples podrían simbolizar una trinidad de traición, amargura y venganza, mientras que en otras podría fácilmente simbolizar armonía, belleza y encanto.
También es posible que sea una consecuencia de que la religión judía consideraba al 7 como número perfecto. El 6 sería, pues, el número de la imperfección. 666 significaría "tres veces imperfecto".
Cábala judía
Este número, según la Cábala judía, tiene relación con el emperador romano Nerón, cuyo nombre (según esta creencia mística) es el resultado de la suma de los valores que se le dan a cada letra en esta tradición.
 Relaciones
El domingo 2 de septiembre de 1666 inicia el Gran Incendio de Londres, una de las mayores calamidades de la historia de Londres, Inglaterra.
Casos de hexakosioihexekontahexafobia
Entre los hexakosioihexekontahexafóbicos más conocidos se incluyen el ya fallecido Ronald Reagan y su señora, Nancy Reagan. En 1989, cuando se mudaron a su casa en el sector de Bel Air, de Los Ángeles, cambiaron su dirección de 666 St. Cloud Road a 668. El residente anterior, Johnny Carson, definitivamente no era hexakosioihexekontahexafóbico, pues nunca modificó la dirección. Además, irónicamente, el nombre Ronald Wilson Reagan contiene tres palabras de seis letras.
El 6 de junio de 2006 (06/06/06 en el calendario gregoriano), los evangélicos Ambassadors Ministries de Países Bajos llevaron a cabo una vigilia de 24 horas para ahuyentar a los ‘malos espíritus’. El maratón del rezo comenzó en Jerusalén
A finales de la década de 1990, la estatal telefónica de Honduras decidió cambiar los números telefónicos de seis a siete dígitos; el prefijo 666 correspondió a la ciudad de El Progreso. Los habitantes de dicha ciudad, de mayoría católica, se movilizaron para cambiar el prefijo, ya que lo consideraban como maligno, además de por las burlas que les hacían los vecinos de otras ciudades, como San Pedro Sula, hasta que lograron que la empresa de teléfonos cambiara el prefijo a 668, casualmente el mismo número al que cambió Reagan la dirección de su casa.
Y así, al final la bestia cayó y los infieles se alegraron. Pero no todo estaba perdido, porque de las cenizas surgió un gran pájaro. El pájaro contempló a los infieles y lanzó fuego y truenos sobre ellos. Porque la bestia había renacido con su fuerza renovada, y los seguidores de Mammon se acobardaron en el horror.
El libro de Mozilla, 7:15
Y así, al final la bestia cayó y los infieles se alegraron. Pero no todo estaba perdido, porque de las cenizas surgió un gran pájaro. El pájaro contempló a los infieles y lanzó fuego y truenos sobre ellos. Porque la bestia había renacido con su fuerza renovada, y los seguidores de Mammon se acobardaron en el horror
Mammon se durmió. Y la bestia renació, propagándose por toda la Tierra, y sus seguidores fueron legión. Y proclamaron los nuevos tiempos y sacrificaron cosechas con fuego, con la astucia de los zorros. Y construyeron un nuevo mundo a su propia imagen como prometían las palabras sagradas, y la palabra de la bestia y sus crías. Mammon se despertó, y súbitamente no era más que un rezagado.
Y cuando la Bestia se había hecho con el poder de un cuarto de la Tierra, un cuarto de cien Pájaros de Azufre volaron desde las Profundidades. Los pájaros cruzaron cientos de montañas y encontraron veinticuatro hombres sabios que venían de las estrellas. Y entonces empezó, los creyentes se atrevieron a escuchar. Entonces, cogieron sus bolígrafos y se atrevieron a crear. Finalmente, se atrevieron a compartir sus escritos con toda la humanidad. Difundiendo palabras de libertad y rompiendo las cadenas, los pájaros otorgaron libertad a todo el mundo.
Y así por fin la bestia cayó y los incrédulos se alegraron. Pero no todo estaba perdido, a partir de las cenizas se levantó un gran pájaro. El pájaro miró hacia abajo a los infieles y lanzó fuego y truenos sobre ellos. La bestia había renacido con su fuerza renovada, y los seguidores de Mammon se encogieron de horror.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis hace mención a los cuatro caballeros que se describen en la primera parte del capitulo 6º del Apocalipsis. Surgen a consecuencia de la apertura de los cuatro primeros sellos. Según la exégesis representan y son figura de: la victoria, la guerra, el hambre y la muerte. Aunque solo a este último se le designa por este nombre. Apocalipsis 6:1-8
Aunque los jinetes aparecen brevemente en el libro, su importancia radica en la cantidad de representaciones artísticas y generalmente en la influencia que tuvieron sobre la cultura occidental
Leonardo Luis Castellani (Reconquista, provincia de Santa Fe, Argentina, 16 de noviembre de 1899 – † Buenos Aires, 15 de marzo de 1981). Sacerdote y escritor argentino, Católico y nacionalista, fue una figura importante en los círculos tradicionalistas de su época, al punto de enfrentarse con la jerarquía de su orden y de la Iglesia por la denuncia de la corrupción e infiltraciones modernistas que serían el germen de los cambios producidos tras el Concilio Vaticano II. Tras una vida agitada, dedicó sus últimos años a un acendrado misticismo
Religiones que manejan el concepto de reencarnación como el Hinduismo, carecen de un Día del Juicio para toda la humanidad; pero la determinación de como un individuo nace de nuevo es un "juicio particular" sobre los méritos de la vida justamente vivida
El Juicio Final según el Islam
El día del Juicio es descrito en el Corán y el Hadith. Al igual que los cristianos, los musulmanes creen que la vida presente es tan solo una prueba preparatoria para la próxima existencia. Esta vida es un examen para cada individuo. El día llegará en que el universo sea destruido por completo y que los muertos sean resucitados para el juicio de Dios. Este día será el comienzo de una vida que nunca terminará. Este es el día del Juicio. En aquél día, todas las personas serán recompensadas por Dios de acuerdo con sus creencias y acciones. Aquellos que mueren creyendo que; "No hay dios verdadero sino Dios, y que Muhammad es el mensajero (Profeta) de Dios" y son musulmanes, serán recompensados en aquel día y serán admitidos en el Paraíso para siempre, según el Corán dice:
Y los que crean y practiquen las acciones de bien... Esos son lo compañeros del Jardín, donde serán inmortales.
Corán, 2:82
Aquellos que mueran sin creer perderán el Paraíso por siempre y serán enviados al Fuego del Infierno:
Y quien desee otra práctica de adoración que no sea el Islam,
no le será aceptada y en la última vida será de los perdedores.
(Corán, 3:85)
El Juicio Final según La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones)
Una creencia sobre este tema fue explicado por Joseph Smith, fundador de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Según sus creencias "El Gran Padre del universo vela por toda la familia humana con paternal cuidado y consideración; y sin ninguno de estos sentimientos mezquinos que influyen en los ... hombres, ...es un sabio Legislador, y juzgará a todos los hombres, no de acuerdo con las estrechas y contraídas ideas de los hombres, sino 'lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ahora sea bueno o malo', sea que se hagan estas cosas en Inglaterra, América, España, Brasil o Portugal, Turquía o la India. Juzgará al hombre 'por lo que tiene, no por lo que no tiene', y los que hayan vivido sin ley, serán juzgados sin ley; y los que tuvieren una ley, serán juzgados por esa ley.... El (Gran Jehová) impartirá juicio y misericordia a todas las naciones de conformidad con lo que respectivamente merezcan: sus maneras de obtener inteligencia, las leyes por medio de las cuales se gobernaron, las facilidades que se les dieron para obtener información correcta y sus inescrutables propósitos con relación a la familia humana." (Joseph Smith, Doctrinal History of the Church Volume 4 p. 599, abril de 1842.)
En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cree que todos los muertos (quienes moran en el mundo de los espíritus) recibirán instrucciones y conocimiento, y la oportunidad de recibir las ordenanzas del evangelio si las desean, antes del juicio final y la resurrección.
En el día del juicio final los justos serán recompensados.
Doctrina
La doctrina del juicio final en el Cristianismo generalmente habla de un día en que cada hombre será juzgado según sus obras, sean buenas o malas, después del Milenio de Paz y después de la Resurrección Final. Este juicio se efectuará ante el Gran Trono Blanco de Dios y serán juzgados cada uno según sus obras que están registradas en el libro de las obras. Y el que no se halle escrito en el libro de la vida será lanzado al lago de fuego y azufre.
Ap 20:11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre Él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no fue hallado el lugar de ellos.
Ap 20:12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fue abierto, el cual es Libro de la Vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Ap 20:13 Y el mar dió los muertos que estaban en Él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fue hecho juicio de cada uno según sus obras.
Ap 20:14 Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
Ap 20:15 Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida, fue lanzado en el lago de fuego.
Anticristo , Ser antagonista (diabólico) relacionándolo con la bestia y su número 666, así como con Satanás según el cristianismo. En el cristianismo, el anticristo sería el antagonista de Jesús. El uso de la palabra anticristo sólo aparece en las cartas del apóstol Juan, donde por un lado hace referencia a la manifestación, prevista para el fin de los tiempos, de un adversario decisivo de Cristo (1Jn 2:18) y, por otro, a la anticipación de esta manifestación en la acción de apóstatas que reniegan del cristianismo (2Jn 1:7).
Etimología: Anticristo
Anti: Contrario, opuesto, sustituto.
Cristo: Del griego Χριστος (Jristós) y del latín Christus, ungido, iluminado.
A lo largo de la historia se designó también el uso de la palabra a las personas que estaban en contra del cristianismo, entonces el anticristo podría ser cualquier persona que estuviese en contra del Mesías y lo que él representa. Bajo este razonamiento entendemos que a lo largo de la historia ha habido muchos anticristos y aquellos que no conjugan con la doctrina de Cristo.
En el nuevo testamento en palabras de Jesús según el apóstol Juan en su primera carta 1Jn 2:18: "Hijos, ya es el último tiempo. Según vosotros oísteis que el Anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo."
Este tema se popularizó a mediados de los setenta, a partir de la película de La profecía (The Omen) estrenada en el año 1976.
 Los Anticristos mencionados en la Biblia
Aunque se le asocia con numerosas menciones de enemigos de cierto tipo en los Evangelios, el Apocalipsis y las Cartas de Pablo, solamente en las Cartas de Juan se hace mención explícita de la palabra "anticristo". De hecho, aquí se hace en plural 1Jn 2:18.
"Queridos hijos, ésta es la hora final, y así como ustedes oyeron que el anticristo vendría, muchos son los anticristos que han surgido ya. Por eso nos damos cuenta de que ésta es la hora final".
Partiendo del razonamiento lógico entonces se toma como referencia Lucas 11:23, "El que no está conmigo, está contra mí;..."
En el libro Daniel se toma la primera referencia de la bestia(s) y a la forma en que el dragón escalará al poder; incluso habla de su blasfemia contra Dios (Dan 7:25).
En las Cartas de Pablo, éste se limita a dar las características que Juan da de los anticristos, pero sin usar esta palabra (2Tes 2:3,8).
 Características
Según las creencias cristianas[cita requerida] el Anticristo aparecerá en la forma de un hombre controlado por Satanás, el enemigo supremo personal de Dios. Será la maldad encarnada en un hombre. Se le dan diversos nombres como el Hombre de Pecado, Hijo de la Perdición, la Bestia (según una equivalencia entre este personaje del Apocalipsis y el Anticristo), la Abominación Desoladora, etc.
Su aparición, según las explicaciones ad hoc del fundamentalismo cristiano, se deberá a diversos factores como un auge mundial sin precedentes en materia de ocultismo, decadencia en la moral y los valores. Posteriormente perseguirá a aquellos que hayan sido dejados atrás en el Arrebatamiento de la Iglesia y que reciban la salvación de Jesucristo, en un periodo llamado «La Gran Tribulación», que será igualmente de proporciones siniestras, y finalmente impondrá la Marca de la Bestia (el 666) (de nuevo, siguiendo el lenguaje simbólico del Apocalipsis). Algunos pasajes de la Biblia (véase Ezequiel) menciona a "Magog", zona ocupada por la Federación de Rusia como patria del posible anticristo, pero es una hipótesis pues podría tratarse tal vez de países aledaños, pero por parte de este libro bíblico se emenciona a "el rey del norte".
Al final de su dominio en la Humanidad, el anticristo será derrotado por las fuerzas comandadas por Jesucristo, quienes lo lanzarán al lago de fuego.
Por otra parte, hay interpretaciones  que no personifican al Anticristo, sino que lo identifican, basados en las palabras de Jesús en los Evangelios, solamente con muchos que se llamarán a sí mismos Mesías y salvadores, para San Juan en sus cartas, cualquiera puede ser un anticristo, siempre que su actitud (aún siendo cristiano confeso) vaya en contra de Cristo, lo cual cuadra perfectamente con el significado etimológico de la palabra Anticristo.
Descripción de la Bestia
En el Apocalipsis, a través de un lenguaje altamente simbólico característico del género apocalíptico, se describe a la Bestia como un monstruo de siete cabezas y diez cuernos (y por cada cuerno, diez diademas), con un cuerpo de pantera, patas de oso y fauces de león. Dice estar inspirada por el Diablo y tener la facultad de pelear contra Dios.Daniel 7:19-21.
Según muchos eruditos, Bestia se denomina a la estructura de poder totalitario (imperial). Al imponer en los pueblos una forma de vida (opuesta a la de Dios), su veneración será inspirada por una propaganda similar a la del culto imperial romano o a la de los totalitarismo fascistas. Incluso puede ser herido mortalmente y curado por otra Bestia, otro imperio, quien sería el encargado de reforzar su culto.Ap 13:11-12.
Toda la descripción es en realidad una metáfora que podemos relacionar íntimamente con [Daniel 4], en la que se vería que un gobierno de diez reinos que eran parte del extinto Imperio romano se unirían dominando la Tierra y formándose como el último gran imperio global, comandado por la persona del anticristo.
Personajes señalados como el anticristo
Debido a que el Anticristo ha adquirido una variedad de significados como:
Que se extiende también a toda persona que, conociendo el evangelio o no, se niega a considerar que Jesús es el Cristo, así sea proclamando uno de carácter no bíblico. También se incluye en esta denominación a aquel que niega su divinidad o su resurrección, relegándola a la forma de su realidad humana.
El anticristo es cualquier persona, ideología y sistema político o económico que atenta contra la vida y los derechos humanos.
En la historia cristiana se consideraron popularmente anticristos a aquellos personajes que fueron acusados de crear supuestas creencias distintas a las del cristianismo.
Cierta tradición cristiana identifica al anticristo según:
El Anticristo se hará pasar por Cristo, luchando contra Él.
El Anticristo tergiversará las enseñanzas de los Evangelios a través de su nueva doctrina.
El Anticristo negará la divinidad de Cristo, negará que Jesús fue hijo de Dios.
El Anticristo en un principio será creyente de Cristo pero al llegar a la edad de 13 años tomará rebeldía ante la Iglesia.
El Anticristo será marcado por una personalidad algo irritante y melancólica (berrinches continuos), lo cual provocará su resurgimiento a temprana edad.
El Anticristo según algunos escritos y pasajes bíblicos señalan que el nacimiento del anticristo será el 21 de noviembre de 2019 o fue el 11 de septiembre de los años 2006 o 1999 debido a la relación que tienen estas fechas con el número cabalístico.
Textos bíblicos de referencia
De las siguientes citas, únicamente la Primera epístola de Juan habla literalmente de "los anticristos" (en plural). En el resto de las citas, es una cuestión de interpretación según el lector vea ahí que se refiere al mismo personaje. En las citas del Antiguo Testamento es más discutida esta identidad, ya que el término "anticristo" es exclusivo del Nuevo Testamento, por la misma naturaleza del concepto que Juan emplea en su primera carta.
1Juan 2:18-22
2Juan 7
Mateo 24:15,22-24
Daniel 9:27,11:31-36,12:11
Marcos 13:14
Tesalonicenses 2:1,2:12
Ezequiel 36:4-5,18-19,39:1-7 Gog y Magog
Apocalipsis 13:1-18,19:20,20:10
 En otras creencias
En la escatología islámica, antes de la llegada del Mehdi un personaje que precede la llegada del Mesías Isa (Jesús), habrá un impostor similar al que se menciona en el cristianismo, quien perseguirá a los creyentes musulmanes (con el nombre árabe de Al-Dajjal), devastando todos sus dominios excepto en las ciudades de La Meca y Medina. El mesías Isa (Jesús) después de su segunda llegada ayudado por el Mehdi acabaran juntos con él "Al-Dajjal" que es el mismísimo anticristo. Cabe señalar que en el Corán se niega la crucifixión y posterior resurrección de Cristo así como su título de "Hijo de Dios", asignándole la categoría de profeta y considerando a Dios como el que no engendra ni ha sido engendrado.
En el mazdeísmo, el espíritu principal del mal Ahriman se encarnará en la serpiente Lahak y será derrotado por el Mesías (Saahyant).
En la filosofía, Nietzsche sólo lo menciona en su obra El Anticristo, cuando se refiere al desprecio de la doctrina cristiana y al denunciar la falsedad que trae cuando reniega de la libertad espiritual del hombre.
Profecías no reconocidas por la Iglesia
El anticristo, un gemelo.
"Un gemelo será encontrado en un monasterio,
originario de sangre noble de un monje muy viejo.
Su ruido será grande, su lengua y el poder de su voz;
por eso pedirán que sea llevado al poder del gemelo sobreviviente".
Hay que señalar que ésta no es la única interpretación sobre las supuestas Profecías de Nostradamus
En las llamadas Profecías de San Malaquías no se menciona al Anticristo, pero sí la "persecución final de la Santa Iglesia" en el lema del último Papa, Pedro II (El Romano) en las interpretaciones y que, según la mayoría de los intérpretes, supuestamente es el que sigue a Benedicto XVI, cuyo nombre fue supuestamente anunciado por la profecía. De ahí que algunos grupos de cristianos esperan la llegada del reino del Anticristo en breve, también llamado Armagedón. Al Anticristo también se lo ha identificado con Alastor, demonio encarnado en humano para iniciar el Armagedón.
En el cine
Muchos productores o cineastas se han inspirado sobre este personaje mítico para realizar peliculas y ser llevado a la pantalla grande como en el cine, la mayor parte de estas películas han sido de genero terror, drama y suspenso. A continuación aqui mensionamos algunas de ellas.
La Profecía: Fue un film británico producida en 1976, pues el origen del anticristo en esta pelicula relata del nacimiento de un niño llamado Damian. Según la película, este nació del vientre de un chacal muchos creyentes intentan matarlo pero una fuerza sobrenatural diabolica es quien lo protege. Como se realizó 4 episodios, en la tercera se ve la vencida del anticristo que es asesinado por una periodista atea o incredula y que al final se ve la presencia espiritual de Jesucristo. Después de la muerte de Damian, en el cuarto episodio nace su hija llamada Delia, una niña diabolica que es adoptada por una familia y quien se encarga por medio de unos médicos seguidores del satanismo, implantando una hormona de la niña al vientre de su madre adoptiva para continuar el nacimiento del nuevo anticristo. Tras al enterarse su madre biológica de su bebé, ella se suicida cuando ve la marca de la bestia del 666 en la palma de su mano.
El día final: Producida en 1999 en los Estados Unidos, donde el diablo, satanás o el demonio se posesiona en el cuerpo de un humano esta vez de un banquero y va en busca de una chica que había nacido con una marca extraña como la elegida del maligno y que es acosada para que de a luz al anticristo. Si bien esta chica es protegida por un policia quien impide el nacimiento del anticristo.
El día de la bestia. Fue una producción española, se trata un sacerdote católico quien invoca al diablo para saber donde iba a nacer el anticristo, al enterarse por medio de un comerciante de música pesada el sacerdote va en busca del niño hacia unas torres iclinadas en Madrid. Allí pelea con el diablo y al nacer de una paraje el anticristo el y sus padres mueren baleados que estaban cubiertos entre caja de cartones.
Lars Von Trier con su película Antichrist, producción de 2009. Controvertida y exótica, cosechó diversos premios, sobretodo su protagonista femenina Charlotte Gainsbourg.
Bibliografía referente al Anticristo
EMMERSON, Richard Kenneth,Antichrist in the Middle Ages. A Study of Medieval Apocalypticism, Art, and Literature, Manchester, University Press, 1981.
GUADALAJARA, José,Las profecías del Anticristo en la Edad Media, Madrid, Gredos, 1996.
GUADALAJARA, José, El Anticristo en la España medieval, Madrid, Ediciones del Laberinto, 2004.
MCGINN, Bernard, El Anticristo: dos milenios de fascinación humana por el mal,Barcelona, Paidós, 1997.
Sen(666) = - Número Aureo/2 (666 en grados sexagesimales) La suma de todos los números naturales desde el 1 hasta el 36 (curiosamente, los numeros de la ruleta), ambos incluidos, da 666. El 666 es la suma de los cuadrados de los siete primeros números primos (22 + 32 + 52 + 72 + 112 + 132 + 172 = 666). En base 10, el 666 es un número capicúa, un repdigit (un número cuyas cifras son todas iguales) y un número de Smith. Un cuadrado mágico primo recíproco basado en 1/149 en base 10 tiene un total mágico de 666. El numeral romano que representa al número 666 (DCLXVI) usa una vez cada una de las cifras romanas cuyo valor es menor que 1000, en orden descendente respecto a su valor (D = 500, C = 100, L = 50, X = 10, V = 5, I = 1). Si se suman los números de todas las monedas chilenas actuales (500, 100, 50, 10, 5 y 1) el resultado es 666. El 666 forma parte de los índices de la sucesión de Padovan de números enteros, 3, 4, 5, 7, 8, 14, 19, 30, 37, 84, 128, 469, 666, 1262, 1573, 2003, 2210, ....

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